

Longchamp rinde homenaje a los artesanos parisinos este otoño
Para el otoño del 2025, Longchamp rinde homenaje a las manos que confeccionan y a los materiales que responden. La colección celebra la autenticidad y el patrimonio vivo de los artesanos parisinos, aquellos cuyos talleres cuentan la historia del corazón palpitante de la capital, cuna histórica de la Maison. Guiado por la visión de la directora artística Sophie Delafontaine, Longchamp recurre a un lenguaje artesanal sensible y profundo.
Esta temporada, la parisina encarna una elegancia ruda, nutrida por el trabajo artesanal. En su taller, transforma la arcilla, corta la piel y esboza sus ideas. Adopta un look de ropa de trabajo, donde el mono azul armoniza con los tonos crudos de la cerámica, donde la funcionalidad se une a la elegancia. Sus bolsos, fieles compañeros, se convierten tanto en herramientas de creación como en símbolos de afirmación.
A la suave luz del taller, la ceramista parisina moldea la arcilla con concentración y elegancia. Es artista, artesana y musa; libre, inspirada e incansablemente creativa. Su vestuario refleja su universo, a la vez funcional y poético: lienzos en blanco, piel envejecida, etiquetas de jacrón y pespuntes en color crudo. Longchamp se inspira en el sutil equilibrio entre belleza y utilidad, entre instinto y savoir-faire. La colección está impregnada de esta energía artesanal, creando piezas decididamente parisinas.


Cada pieza de esta colección es un fragmento de un taller, un material sublimado. La elegancia en bruto se expresa mediante formas orgánicas y texturas irregulares. Tonos tierra, arcilla, madera y crudo componen la paleta mineral de una parisina ceramista, mientras que los toques de amarillo chillón o celadón confieren a la silueta una frescura inesperada.
Los bolsos también cuentan la historia de esta artesanía viva. Están diseñados para transportar lo esencial (herramientas, cuadernos, sueños) con elegancia y practicidad. La piel vegetal del Roseau Souple desarrolla una pátina con el paso del tiempo; su espacioso interior alberga bocetos, herramientas y objetos cotidianos. El modelo de lona estampada en tono crudo recuerda a la ropa de trabajo, mientras que su cierre de madera de arce rinde homenaje a los talleres de ebanistería. Le Pliage Xtra se inspira en las sensuales curvas de la cerámica. Le Pliage Filet, adornado con trencillas tejidas a mano por las artesanas de la ONG ANAKA en Madagascar, reafirma el compromiso solidario de la Maison. Y, a modo de sorpresa gourmet, el nuevo bolso Épure evoca el crocante dorado de una rebanada de pan, un guiño a la artesanía de las panaderías parisinas.
El prêt-à-porter se convierte en cómplice de la creación: blusas de pintora con delicados fruncidos, vestidos tipo peto de líneas flexibles, chaquetas workwear reinterpretadas con feminidad. Incluso los zuecos La Cigale se han convertido en emblemas de un estilo atrevido. Cada accesorio, cada puntada, lleva la huella de un artesano, de un savoir-faire parisino que se transmite y se reinventa.