«La parisina de Longchamp no se anda con chiquitas: mezcla diferentes prendas con un simpático estilo desenfadado y un je-ne-sais-quoi muy francés que parece no requerir esfuerzo»
Sophie DELAFONTAINE, directora artística de Longchamp.
Sophie DELAFONTAINE, directora artística de Longchamp.
¿Cómo ser una parisina Longchamp?
No crea que es difícil parecer una parisina. En primer lugar, hay que saber que muchas parisinas ni siquiera han nacido en París. Sobre todo, estas chicas tienen un estilo meditado, aunque nos quieran hacer creer lo contrario. Solo añaden a su armario prendas elegidas cuidadosamente, con un pequeño truco en el momento de la compra: «¿Podría salir de la tienda y ponerme mi compra directamente? ». De este modo, evitan cualquier prenda excéntrica que les reste ese estilo «desenfadado» (y sobre todo su autenticidad), que es la clave de su look. Quiere que todo lo que se ponga sea de una calidad impecable, que sus prendas sean atemporales (huye de las tendencias) y que todo se pueda combinar sin crear un choque de estilos. Sencillez, atemporalidad y elegancia son las tres palabras que describen a esta mujer de espíritu libre que huye de la ostentación.
¿Cómo ser una parisina Longchamp?
No crea que es difícil parecer una parisina. En primer lugar, hay que saber que muchas parisinas ni siquiera han nacido en París. Sobre todo, estas chicas tienen un estilo meditado, aunque nos quieran hacer creer lo contrario. Solo añaden a su armario prendas elegidas cuidadosamente, con un pequeño truco en el momento de la compra: «¿Podría salir de la tienda y ponerme mi compra directamente? ». De este modo, evitan cualquier prenda excéntrica que les reste ese estilo «desenfadado» (y sobre todo su autenticidad), que es la clave de su look. Quiere que todo lo que se ponga sea de una calidad impecable, que sus prendas sean atemporales (huye de las tendencias) y que todo se pueda combinar sin crear un choque de estilos. Sencillez, atemporalidad y elegancia son las tres palabras que describen a esta mujer de espíritu libre que huye de la ostentación.
¿Cuáles son sus prendas esenciales?
Siempre adorará la camisa blanca, el vaquero natural, el pantalón recto o ligeramente ancho que cae a la perfección, la americana o la cazadora de cuero entallada. También le gusta tener piezas atrevidas en su armario, como un vestido de cuero, una gabardina con los detalles adecuados y todos los accesorios que pueden marcar la diferencia, como un bolso de colores vibrantes, unos zapatos atemporales pero reconocibles o unas gafas de sol que marquen la diferencia por sí mismas. Para ella, la libertad de movimiento es esencial. ¿Una constante en el estilo de la parisina Lonchamp? Siempre tiene una actitud optimista y enérgica. Su accesorio favorito: la sonrisa.
¿Cuáles son sus prendas esenciales?
Siempre adorará la camisa blanca, el vaquero natural, el pantalón recto o ligeramente ancho que cae a la perfección, la americana o la cazadora de cuero entallada. También le gusta tener piezas atrevidas en su armario, como un vestido de cuero, una gabardina con los detalles adecuados y todos los accesorios que pueden marcar la diferencia, como un bolso de colores vibrantes, unos zapatos atemporales pero reconocibles o unas gafas de sol que marquen la diferencia por sí mismas. Para ella, la libertad de movimiento es esencial. ¿Una constante en el estilo de la parisina Lonchamp? Siempre tiene una actitud optimista y enérgica. Su accesorio favorito: la sonrisa.
¿Qué es el «art de vivre» para una parisina?
¿Qué es el «art de vivre» para una parisina?
Vestida con ropa cómoda y chic (rara vez se ve a una auténtica parisina con tacones de aguja), recorre la capital combinando dos placeres: la cultura y la gastronomía. Sin olvidar a sus amigos, que no paran de hacerle reír (nota: le encanta sonreír y nunca se toma demasiado en serio a sí misma). Le gusta mezclar las charlas filosóficas con las compras de moda. Se la puede ver en una cafetería de Saint-Germain-des-Prés, en un museo donde se presenta la última exposición de la que todo el mundo habla, o en una boutique de la rue Saint-Honoré en busca de la nueva prenda imprescindible para su silueta.
Para ella, la confianza es sin duda la mejor manera de tener estilo No depende de nadie para llenar su vestidor, y elige su ropa sin dejarse influenciar. ¿Una prenda atrevida? La incorpora en su conjunto y mantiene el resto de su look sobrio, para lograr ese estilo siempre chic que no tiene nada de excéntrico. Elegancia sin concesiones. Un estilo que todas podemos adoptar, sea cual sea nuestra nacionalidad. Como dijo una vez Sacha Guitry: «Ser parisina no significa haber nacido en París, sino renacer en París" ».
Vestida con ropa cómoda y chic (rara vez se ve a una auténtica parisina con tacones de aguja), recorre la capital combinando dos placeres: la cultura y la gastronomía. Sin olvidar a sus amigos, que no paran de hacerle reír (nota: le encanta sonreír y nunca se toma demasiado en serio a sí misma). Le gusta mezclar las charlas filosóficas con las compras de moda. Se la puede ver en una cafetería de Saint-Germain-des-Prés, en un museo donde se presenta la última exposición de la que todo el mundo habla, o en una boutique de la rue Saint-Honoré en busca de la nueva prenda imprescindible para su silueta.
Para ella, la confianza es sin duda la mejor manera de tener estilo No depende de nadie para llenar su vestidor, y elige su ropa sin dejarse influenciar. ¿Una prenda atrevida? La incorpora en su conjunto y mantiene el resto de su look sobrio, para lograr ese estilo siempre chic que no tiene nada de excéntrico. Elegancia sin concesiones. Un estilo que todas podemos adoptar, sea cual sea nuestra nacionalidad. Como dijo una vez Sacha Guitry: «Ser parisina no significa haber nacido en París, sino renacer en París" ».