¿CÓMO ES LA PARISINA DE LONGCHAMP?

ES NATURAL Y LIBRE CON UNA PIZCA DE PICARDÍA. 

¿CÓMO ES LA PARISINA DE LONGCHAMP?

ES NATURAL Y LIBRE CON UNA PIZCA DE PICARDÍA. 

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La parisina de Longchamp se sirve de la moda para afirmar su personalidad con una gracia indescriptible e imprecisa que parecen ser innata.

Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp. 

Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp. 

La llegada de la nueva temporada marca un cambio de ritmo bajo el signo del optimismo!


Resueltamente dinámica, la parisina de Longchamp empieza el día combinando prendas como nadie. Fiel a su reputación ya universal, encarna ese famoso estilo urbano tan ansiado marcado por la elegancia sencilla y desenfadada. Ataviada con un sofisticado blazer aparentemente sobrio y unos vaqueros setenteros, aporta el toque final a su conjunto con el emblemático bolso Roseau, que realza su silueta con colores vivos o pastel. En los pies, unos mocasines expresan la comodidad y la libertad de movimiento que exige en su estilo. Para la parisina de Longchamp no existen las limitaciones. ¡Ni siquiera en su agenda! Con agilidad, se adapta a todas las circunstancias, de la mañana a la noche, y durante toda la semana. Es innegable que tiene un absoluto control de su aspecto. 


A menudo se la asocia con un estilo elegante y atemporal muy refinado y cuidado. Pero ¡ojo!, su vestimenta no resulta insulsa o aburrida. Lleva ropa de calidad y da preferencia a los cortes clásicos y bien ceñidos sin ceder a las tendencias efímeras. Tiene un sentido innato de la elegancia sin caer en la exageración ni la afectación. Se decide por prendas atemporales que expresan el ánimo del día y las combina de distintas maneras para crear conjuntos elegantes pero desenfadados. Con su actitud creativa, afirma su estilo propio con determinación y audacia. 

La llegada de la nueva temporada marca un cambio de ritmo bajo el signo del optimismo!


Resueltamente dinámica, la parisina de Longchamp empieza el día combinando prendas como nadie. Fiel a su reputación ya universal, encarna ese famoso estilo urbano tan ansiado marcado por la elegancia sencilla y desenfadada. Ataviada con un sofisticado blazer aparentemente sobrio y unos vaqueros setenteros, aporta el toque final a su conjunto con el emblemático bolso Roseau, que realza su silueta con colores vivos o pastel. En los pies, unos mocasines expresan la comodidad y la libertad de movimiento que exige en su estilo. Para la parisina de Longchamp no existen las limitaciones. ¡Ni siquiera en su agenda! Con agilidad, se adapta a todas las circunstancias, de la mañana a la noche, y durante toda la semana. Es innegable que tiene un absoluto control de su aspecto. 


A menudo se la asocia con un estilo elegante y atemporal muy refinado y cuidado. Pero ¡ojo!, su vestimenta no resulta insulsa o aburrida. Lleva ropa de calidad y da preferencia a los cortes clásicos y bien ceñidos sin ceder a las tendencias efímeras. Tiene un sentido innato de la elegancia sin caer en la exageración ni la afectación. Se decide por prendas atemporales que expresan el ánimo del día y las combina de distintas maneras para crear conjuntos elegantes pero desenfadados. Con su actitud creativa, afirma su estilo propio con determinación y audacia. 

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SU MOTIVO ? CONFIANZA EN SÍ MISMA E INDEPENDENCIA


Le sobra carácter. También nos encanta su aplomo y el descaro de su espontaneidad. ¿Su lema? Seguridad en sí misma e independencia. Y París a toda costa. De paseo, de excursión o de trabajo, adora la Ciudad de la Luz, y se la devuelve. Aprecia los placeres sencillos y auténticos, como tomar un café en una terraza o pasear por viejas calles adoquinadas cargadas de historia y cultura. Se toma su tiempo para tener tiempo, lo que la hace popular por su amor a la cultura y al arte de vivir. Frecuenta museos, galerías de arte y teatros, y disfruta con la buena comida, el buen vino y la compañía de amigos. A menudo se la considera una mujer independiente y ambiciosa, que trabaja duro para alcanzar sus objetivos mientras disfruta de los placeres de la vida. En resumen, nuestra parisina encarna un art de vivre y una actitud franceses que inspiran al mundo, simbolizando la elegancia, el chic y la autoafirmación en su máxima expresión. 


En moda, como en todo lo demás, tiene un verdadero punto de vista, ¡y los que la quieren la siguen! Sabe mezclar las influencias y atreverse a las confrontaciones para pasar de un léxico a otro. Y lo hace muy bien, según las circunstancias.

SU MOTIVO ? CONFIANZA EN SÍ MISMA E INDEPENDENCIA


Le sobra carácter. También nos encanta su aplomo y el descaro de su espontaneidad. ¿Su lema? Seguridad en sí misma e independencia. Y París a toda costa. De paseo, de excursión o de trabajo, adora la Ciudad de la Luz, y se la devuelve. Aprecia los placeres sencillos y auténticos, como tomar un café en una terraza o pasear por viejas calles adoquinadas cargadas de historia y cultura. Se toma su tiempo para tener tiempo, lo que la hace popular por su amor a la cultura y al arte de vivir. Frecuenta museos, galerías de arte y teatros, y disfruta con la buena comida, el buen vino y la compañía de amigos. A menudo se la considera una mujer independiente y ambiciosa, que trabaja duro para alcanzar sus objetivos mientras disfruta de los placeres de la vida. En resumen, nuestra parisina encarna un art de vivre y una actitud franceses que inspiran al mundo, simbolizando la elegancia, el chic y la autoafirmación en su máxima expresión. 


En moda, como en todo lo demás, tiene un verdadero punto de vista, ¡y los que la quieren la siguen! Sabe mezclar las influencias y atreverse a las confrontaciones para pasar de un léxico a otro. Y lo hace muy bien, según las circunstancias.

Lejos de intentar llamar la atención, prefiere un estilo seguro y sobrio. Su vestuario tiene que ser cómodo, y está igual de elegante con botas de lluvia que con zuecos. Camaleónica hasta la médula, nada se interpone en su camino, y menos aún su vestuario.

Lejos de intentar llamar la atención, prefiere un estilo seguro y sobrio. Su vestuario tiene que ser cómodo, y está igual de elegante con botas de lluvia que con zuecos. Camaleónica hasta la médula, nada se interpone en su camino, y menos aún su vestuario.

Dondequiera que esté, ¡el French Touch le da la bienvenida! 

Dondequiera que esté, ¡el French Touch le da la bienvenida!