

«Energy by Longchamp»: celebrar cada logro
16.09.2024
Longchamp celebra sus valores rodeándose de las atletas que han dejado su huella en París 2024. Manon Apithy-Brunet, Althea Laurin y Flora Vautier, flamantes medallistas en los últimos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, comparten con la empresa un espíritu de unión y audacia.
Exigencia, autenticidad y optimismo: valores que resuenan tanto en las atletas como en la marca. En París, visten de Longchamp y hablan de lo que representa su disciplina. «Para mí, el deporte también simboliza el respeto, el apoyo mutuo y el deseo de superarse», afirma Manon Apithy-Brunet, campeona de esgrima. «La solidaridad», añade Althea Laurin. Para la gimnasta Marine Boyer, «el espíritu de equipo es la familia». «Y avanzar todos al mismo ritmo», resume Sarah Leonie Cysique, campeona de judo.

Una visión compartida por Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp, para quien la energía de las atletas es una inspiración. Campeonas y mucho más
«En Longchamp, vemos el movimiento como una fuerza vital desde el logotipo, donde el caballo se eleva hacia el futuro con el ardor de la curiosidad creativa».
De una temporada a otra, esta idea de dinamismo es constante, la fuente de todas las audacias. Inspira piezas diseñadas para conmover y conquistar el mundo, empezando por París.
En el imaginario de Longchamp, el espíritu de equipo nunca está lejos del espíritu de familia. Desde 1948, es el sello distintivo de la casa: un dinamismo salvaje, un optimismo radical.
De izquierda a derecha: Althéa Laurin; Flora Vautier, Manon Apithy-Brunet y Fabien Lamirault; Marine Boyer; Sarah-Léonie Cysique.