UN DÍA EN LAS CARRERAS

UN DÍA EN LAS CARRERAS

En 1948, el fundador de la Maison de marroquinería Jean Cassegrain, cuyo apellido recuerda a un molinero ("casser le grain" significa "romper el grano" en francés), decidió vincular su nombre al hipódromo de Longchamp, donde se encuentra el molino más antiguo de París. 


En 2023, Longchamp regresa a sus orígenes y rinde homenaje al universo ecuestre. Un mundo ecléctico, frenético, colorido y alegre en el que amateurs y profesionales comparten un mismo acicate: su pasión por las carreras de caballos. La Maison Longchamp y la hípica comparten valores como el savoir-faire artesanal, la autenticidad, la excelencia, la precisión, la prestancia y la energía. En esta colección —caracterizada por prendas de materiales térmicos y femeninos de estilo deportivo, elegante y despreocupado—, el universo ecuestre adopta la silueta cotidiana de una amazona urbana. 


Es domingo; estamos en el hipódromo. En las cuadras, el personal se agrupa alrededor de caballos y jinetes. Ningún detalle se deja al azar: la perfección y la exigencia son las palabras clave de esta disciplina de alto nivel. Los mozos de cuadras recorren los pasillos con botas de lluvia en las que se distingue el logotipo grande de la Maison grabado. Inspirado en las botas de equitación, este calzado está personalizado con cinchas de piel que retoman el código cromático de la cuadra y las bridas. 

En 1948, el fundador de la Maison de marroquinería Jean Cassegrain, cuyo apellido recuerda a un molinero ("casser le grain" significa "romper el grano" en francés), decidió vincular su nombre al hipódromo de Longchamp, donde se encuentra el molino más antiguo de París. 


En 2023, Longchamp regresa a sus orígenes y rinde homenaje al universo ecuestre. Un mundo ecléctico, frenético, colorido y alegre en el que amateurs y profesionales comparten un mismo acicate: su pasión por las carreras de caballos. La Maison Longchamp y la hípica comparten valores como el savoir-faire artesanal, la autenticidad, la excelencia, la precisión, la prestancia y la energía. En esta colección —caracterizada por prendas de materiales térmicos y femeninos de estilo deportivo, elegante y despreocupado—, el universo ecuestre adopta la silueta cotidiana de una amazona urbana. 


Es domingo; estamos en el hipódromo. En las cuadras, el personal se agrupa alrededor de caballos y jinetes. Ningún detalle se deja al azar: la perfección y la exigencia son las palabras clave de esta disciplina de alto nivel. Los mozos de cuadras recorren los pasillos con botas de lluvia en las que se distingue el logotipo grande de la Maison grabado. Inspirado en las botas de equitación, este calzado está personalizado con cinchas de piel que retoman el código cromático de la cuadra y las bridas. 

Colores intensos como el ciruela, el trigo, el caoba y los estampados de camuflaje cubren las prendas de estilo deportivo chic: cazadoras y abrigos de piel ovina, chalecos de piel de cordero, parkas estructuradas de color liso o estilo guerrera con cuello chimenea hechas de piel o franela acolchada, pantalones tipo cargo... Las botas de caña alta de color tabaco o negro se distinguen por sus cordones en contraste y complementan a la perfección la silueta aventurera rematada con una gorra de terciopelo acanalado. 


No lejos de las cuadras, el hipódromo acoge a los aficionados habituales, identificables por el periódico de equitación que llevan bajo el brazo. El hipódromo también es un lugar de encuentro para las familias, que acuden a él para disfrutar del entusiasmo que se vive en las gradas y el césped. Se respira un ambiente relajado y alegre. En este universo ecléctico, algunas espectadoras llevan chaquetas, jerséis y abrigos tipo "marinière", que la Maison ha reinterpretado en esta nueva temporada. Otras lucen un estilo más femenino de traje pantalón y blusa de volantes, o un chaleco de piel ovina sobre un vestido de tafetán.  

Colores intensos como el ciruela, el trigo, el caoba y los estampados de camuflaje cubren las prendas de estilo deportivo chic: cazadoras y abrigos de piel ovina, chalecos de piel de cordero, parkas estructuradas de color liso o estilo guerrera con cuello chimenea hechas de piel o franela acolchada, pantalones tipo cargo... Las botas de caña alta de color tabaco o negro se distinguen por sus cordones en contraste y complementan a la perfección la silueta aventurera rematada con una gorra de terciopelo acanalado. 


No lejos de las cuadras, el hipódromo acoge a los aficionados habituales, identificables por el periódico de equitación que llevan bajo el brazo. El hipódromo también es un lugar de encuentro para las familias, que acuden a él para disfrutar del entusiasmo que se vive en las gradas y el césped. Se respira un ambiente relajado y alegre. En este universo ecléctico, algunas espectadoras llevan chaquetas, jerséis y abrigos tipo "marinière", que la Maison ha reinterpretado en esta nueva temporada. Otras lucen un estilo más femenino de traje pantalón y blusa de volantes, o un chaleco de piel ovina sobre un vestido de tafetán.  

Me encanta la idea de superponer prendas. Es una práctica que encaja perfectamente con el espíritu de recogimiento invernal y no renuncia a la elegancia ni la comodidad

Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp 

Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp 

La línea de bolsos Box-Trot —presentada en nuevos tonos llamativos, como el azul cobalto y el verde césped, y una inédita forma baguette— combina perfectamente con los looks compuestos por vestidos largos de crepé fluido. Los dueños de los caballos serpentean los paddocks con un look completo, refinado y exquisito: pantalón recto forrado de franela y blazer con cuello chal. La colección pone el foco en las prendas de rayas tenis, que aportan un aire deportivo y chic. 


El entusiasmo y la pasión se apoderan del hipódromo gracias a la palpitante actuación de jinetes y caballos. Los nuevos modelos se inspiran en la célebre casaca, esa cazadora satinada de vivos colores y estampados propia de cada cuadra. A través de esta historia tan inspiradora, Sophie Delafontaine explica: "Es fascinante trabajar alrededor de todas las personas que encarnan la vida de un hipódromo. Además, el tándem entre jinete y caballero ocupa un lugar muy tierno en mi corazón. Esta es la historia de nuestra Maison, y el hecho de reinterpretarla en esta colección me ha resultado muy gratificante. 


Longchamp desvela prendas, como vestidos y blusas de seda y algodón a cuadros blancos y negros, jerséis de cachemira y camisetas de cuello alto, hechos de telas con caballos y jinetes estampados. Unas bandas transversales iluminan las cazadoras que recuerdan a las célebres y vistosas casacas. La funda para prismáticos, novedad de la línea Épure, se convierte en una prenda imprescindible para observar los caballos en plena carrera. Este universo deportivo cautivador queda perfectamente plasmado en la línea Le Pliage a través de modelos inspirados en las chaquetas de jinete, en las que se da rienda suelta a un ingenioso florilegio de colores vivos, como el granadina, el azul celeste, el naranja, el rojo, el color césped, el amarillo y el rosa. 


En recuerdo a sus orígenes, la Maison Longchamp celebra con energía y autenticidad el universo de las carreras de equitación. ¡El hipódromo Longchamp le da la bienvenida! 

La línea de bolsos Box-Trot —presentada en nuevos tonos llamativos, como el azul cobalto y el verde césped, y una inédita forma baguette— combina perfectamente con los looks compuestos por vestidos largos de crepé fluido. Los dueños de los caballos serpentean los paddocks con un look completo, refinado y exquisito: pantalón recto forrado de franela y blazer con cuello chal. La colección pone el foco en las prendas de rayas tenis, que aportan un aire deportivo y chic. 


El entusiasmo y la pasión se apoderan del hipódromo gracias a la palpitante actuación de jinetes y caballos. Los nuevos modelos se inspiran en la célebre casaca, esa cazadora satinada de vivos colores y estampados propia de cada cuadra. A través de esta historia tan inspiradora, Sophie Delafontaine explica: "Es fascinante trabajar alrededor de todas las personas que encarnan la vida de un hipódromo. Además, el tándem entre jinete y caballero ocupa un lugar muy tierno en mi corazón. Esta es la historia de nuestra Maison, y el hecho de reinterpretarla en esta colección me ha resultado muy gratificante. 


Longchamp desvela prendas, como vestidos y blusas de seda y algodón a cuadros blancos y negros, jerséis de cachemira y camisetas de cuello alto, hechos de telas con caballos y jinetes estampados. Unas bandas transversales iluminan las cazadoras que recuerdan a las célebres y vistosas casacas. La funda para prismáticos, novedad de la línea Épure, se convierte en una prenda imprescindible para observar los caballos en plena carrera. Este universo deportivo cautivador queda perfectamente plasmado en la línea Le Pliage a través de modelos inspirados en las chaquetas de jinete, en las que se da rienda suelta a un ingenioso florilegio de colores vivos, como el granadina, el azul celeste, el naranja, el rojo, el color césped, el amarillo y el rosa. 


En recuerdo a sus orígenes, la Maison Longchamp celebra con energía y autenticidad el universo de las carreras de equitación. ¡El hipódromo Longchamp le da la bienvenida!